No podemos asegurar que la pandemia haya sido la única culpable de que hayamos reparado más que nunca en la necesidad de dar un giro estético a nuestro hogar, pero qué duda cabe de que algunos datos contrastados están presentes:

En 2020 se llevaron a cabo en España cerca de cuatro millones de reformas en viviendas, especialmente por parte de familias con hijos y propietarias de un inmueble; una tendencia que no ha dejado de crecer en 2021, y más aún si nos fijamos en algunos detalles. Por ejemplo, cerca del 80% de los españoles reconocen haber hecho alguna mejora sustancial en su vivienda habitual el pasado año. Hablamos siempre en términos globales, pues sabemos también que en ciertas áreas y núcleos de población, los porcentajes son todavía mayores.

Otro factor relevante que ha propiciado este auge de cambio es el económico. La revalorización de un hogar tras una reforma adecuada, ya sea para venta o alquiler, es casi siempre una garantía de éxito que compensará holgadamente el gasto y el tiempo de trabajo. Actualmente de media en España una vivienda reformada incrementa su valor en un 24% respecto a si no lo está. En Madrid el valor se sitúa en un 25%, mientras que Barcelona, Bilbao o Sevilla alcanzan hasta un 30% de incremento. De la mano de esto podríamos añadir un tercer motivo fundamental que nos lleva a querer reformar nuestras casas, y ese es mejorar su eficiencia energética, cambio positivo y muy demandado que al mismo tiempo afecta de cara al ambiente al reducir las malas emisiones.

En cualquier caso, parece claro que sea cual sea el propósito final, hoy por hoy el camino para obtener tanto calidad de vida como valor material en nuestro espacio preferido viene de la mano de una opción omnipresente: una reforma acertada.